jueves, 1 de septiembre de 2011

Tiempo...


Todo lo muda el tiempo
todo cede al rigor de sus guadañas:
ya transforma los valles en montañas,
ya pone un campo donde un mar había.

El muda en noche opaca el claro día,
en fábulas pueriles las hazañas,
alcázares soberbios en cabañas,
y el juvenil ardor en vejez fría.

Sola una cosa al tiempo denodado
ni cederá, ni cede, ni ha cedido,
y es el constante amor con que te adoro.

"No vayas tan rápido que atrapes a la muerte, ni tan lento que la muerte te atrape"