Se espera que la lluvia pase.
Se espera que los vientos lleguen.
Se espera.
Se dice.
Se dice.
Por amor al silencio se dicen miserables palabras.
Un decir forzoso, forzado, un decir sin salida posible, por amor al silencio, por amor al lenguaje de los cuerpos.
Yo hablaba.
Un decir forzoso, forzado, un decir sin salida posible, por amor al silencio, por amor al lenguaje de los cuerpos.
Yo hablaba.
En mí el lenguaje es siempre un pretexto para el silencio.
Es mi manera de expresar mi fatiga inexpresable.
Es mi manera de expresar mi fatiga inexpresable.
Debería invertirse este orden maligno.
Por primera vez emplear palabras para seducir a quien se quisiera gracias a la mediación del silencio más puro.
Siempre he sido yo la silenciosa.
Por primera vez emplear palabras para seducir a quien se quisiera gracias a la mediación del silencio más puro.
Siempre he sido yo la silenciosa.
Las palabras intercesoras, las he oído tanto, ahora las repito.
¿Quién elogió a los amantes en detrimento de los amados?
¿Quién elogió a los amantes en detrimento de los amados?
Mi orientación más profunda: la orilla del silencio.
Palabras intercesoras, señuelo de vocales.
Palabras intercesoras, señuelo de vocales.
Ésta es ahora mi vida: mesurarme, temblar ante cada voz, temblar las palabras apelando a todo lo que de nefasto y de maldito he oído y leído en materia de formas de seducción.
El hecho es que yo contaba, yo analizaba, yo relacionaba ejemplos proporcionados por los amigos comunes y la literatura.
Le demostraba que la razón estaba de mi parte, la razón de amor.
Le prometía que amándome iba a serle accesible un lugar de justicia perfecta.
Esto le decía sin estar el mismo enamorado, habiendo sólo en mí la voluntad de ser amada por él y no por otro.
El hecho es que yo contaba, yo analizaba, yo relacionaba ejemplos proporcionados por los amigos comunes y la literatura.
Le demostraba que la razón estaba de mi parte, la razón de amor.
Le prometía que amándome iba a serle accesible un lugar de justicia perfecta.
Esto le decía sin estar el mismo enamorado, habiendo sólo en mí la voluntad de ser amada por él y no por otro.
Es tan difícil hablar de esto.
Cuando vi su rostro por primera vez, deseé que fuera de amor al volverse hacia mi rostro.
Quise sus ojos despeñándose en los míos.
Quise sus ojos despeñándose en los míos.
De esto quiero hablar.
De un amor imposible porque no hay amor.
Historia de amor sin amor.